top of page

BIOCONSTRUCCIÓN Y SALUD

Alrededor del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de la construcción de edificios. 

Llevamos un siglo utilizando materiales tóxicos para construir, por lo tanto tenemos "el síndrome de los edificios enfermos". 

No hay que diseñar edificios que solamente se limiten al concepto de construir edificios firmes, funcionales y bellos; desatando una serie de numerosos factores de riesgo agresivos y negativos para la salud, para que después tengamos gente enferma viviendo dentro de ellos, también deben ser saludables.

 

Durante toda la evolución de nuestra especie humana, hemos estado en un cierto equilibrio con la naturaleza y los materiales naturales, esto se ha desmoronado por una serie de factores, sobre todo físicos, químicos y biológicos, ya que no está claro que nuestro cuerpo esté preparado para vivir en entornos artificiales que hemos creado y construido.

Lo primero que tenemos que entender es que, las personas que ocupamos un edificio y las personas que construimos ese edificio, tenemos en la propia naturaleza el elemento sincronizador.

 

En una sociedad donde cada día se habla más de la calidad de vida, y  que a su vez van en aumento las enfermedades relacionadas con el ambiente que nos rodea (alergias, problemas respiratorios, irritaciones, fatiga, hipersensibilidad química, electrosensibilidad, cáncer…) deberíamos plantearnos seriamente como nuestras ciudades, nuestros espacios, nuestros edificios, influyen en nuestra salud.

A día de hoy por el tipo de vida que llevamos, el 90% de nuestro tiempo estamos en el interior de edificios, por el tipo de trabajo que tenemos, donde estudiamos, donde vivimos, por lo tanto un edificio es nuestra tercera piel, así que esa relación con los espacios debería ser más saludable. 

 

El hombre ha creado más de 100.000 sustancias químicas sintéticas que no estaban presentes en la naturaleza, y sólo una mínima parte de ellas ha sido debidamente estudiada en cuanto a sus posibles riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Algunos ejemplos de tóxicos a nuestro alrededor: BPA, Bisfenol A, Compuestos perfluorados, plástico policarbonato, ftalatos, pesticidas, dioxinas, etc., la lista es interminable.

Son numerosos los factores de riesgo que pueden considerarse en el caso de contaminación tanto en el exterior como en el interior de los edificios. Para ello en bioconstrucción hay especialistas en mediciones, el estudio geobiológico permite encontrar respuestas sobre nuestra salud y calidad de vida convirtiendo nuestro hogar más sano y se tienen en cuenta posibles problemas originados por: 

A) CAMPOS ELÉCTRICOS, ONDAS, RADIACIÓN

•  Campos eléctricos.

•  Campos magnéticos.

•  Ondas electromagnéticas.

•  Electroestática.

•  Magnetostatica.

•  Ondas acústicas.

B) TOXINAS DOMESTICAS, AGENTES CONTAMINANTES, AMBIENTE INTERIOR

•  Agentes contaminantes gaseosos.

•  Agentes contaminantes volátiles.

•  Metales pesados.

•  Partículas y fibras.

•  El ambiente interior .

C) HONGOS, BACTERIAS, ALÉRGENOS

•  Mohos y esporas.

•  Hongos de levadura.

•  Bacterias y sus metabolitos.

•  Ácaros y otros alérgenos.

​

Lo cierto es que tanto los principios de bioconstrucción, el diseño interior en bioconstrucción así como la neuroarquitectura, nos ayudan a entender la relación entre las personas y el medio ambiente que nos rodea.

Los diferentes estímulos (colores, texturas, materiales, espacios arquitectónicos...) son percibidos por el cerebro humano creando una respuesta que afecta a nuestra salud física, mental, emocional y energética. 

​

​

​

​

​

​​

bottom of page